Hace un tiempo atras, estando ya viviendo en los EEUU, y luego de pasar por un periodo de mucho dolor fisico, mi padre fallecio. Su cancer se generalizo en su cuerpo y el intenso dolor a sus huesos era solo mitigado por dosis de morfina que hicieron que su mente se confundiera. Las conversaciones telefonicas era muy tristes pues, aunque mi padre sabia perfectamente que estaba conversando conmigo, su percepcion de la realidad era muy distinta de lo que realmente ocurria y eso me provocaba mucha angustia y pena. En su estado, sin embargo, mi padre sabia que yo no estaba en Chile, que mi esposa e hijos estaban conmigo y que la vida para mi era diferente ya. Siempre crei y senti que nuestro viaje fuera de Chile era una proyeccion de los deseos que mi padre alguna vez tuvo para nosotros y que el era muy feliz sabiendo que aca podriamos tener un futuro mejor para nuestra familia. Creo que el estaba en lo cierto y mi pena es mas grande ahora que , teniendo un mejor pasar, no se lo puedo decir en persona. Se que estaria muy orgulloso.
La vida no es justa muchas veces, pues siento que uno nunca puede ser absolutamente feliz. Siempre hay algo que, en medio de nuestra felicidad, nos rasguna el corazon y nos recuerda que hay algo pendiente que no te deja disfrutar de ese momento de alegria en plenitud.
En este tiempo, creo que en gran parte debido a mi Fe en Dios, he ido desarrollando la sensacion, idea, o conciencia, de que mi padre partio fisicamente de nuestro lado, pero que esta presente a cada momento de nuestras vidas. A veces lo veo en medio de la multitud, en la misa junto a quienes asistimos a esta celebracion, o en nuestro hogar. Incluso he llegado a sentir su caracteristico perfume junto a mi mientras manejo a mi trabajo. A veces le converso cuando voy solo en el auto, compartiendo con el mis penas y alegrias. Y siento que me escucha y que sonrie y que me proteje.
Aun me falta poder ir a ver su tumba. Aquel lugar donde fisicamente yacen sus restos, aun cuando nunca he sido muy apegado a visitar cementerios, creo que se me hace imprescindible cerrar el circulo de su partida.
Es dificil vivir lejos de quienes amas, especialmente sabiendo que no puedes ir a visitarlos por el dia. La distancia duele. Pero estoy firmemente convencido de que se desarrolla una especie de lazo que permite sentir que esa distancia no es impedimento para que el amor que nos tenemos siga creciendo. Mi corazon siempre esta lleno con recuerdos, conversaciones, momentos vividos, y muchas maravillosas joyas que atesoro. y que, aunque mi padre no este fisicamente presente aun me hace reir, llorar, cantar, rabiar, gritar, callar, pensar, vivir una vida que, sin el, hubiera sido muy diferente. Soy quien soy, en gran parte, debido a mi padre y su extraordinaria forma de ver la vida. Sus aciertos y desaciertos, su alegria constante y contagiosa, su entusiasmo incluso ante la adversidad, su obstinacion, su pocos pero contundentes momentos de ofuscacion, y su amor por mi madre y por sus hijos.
Mi gratitud es enorme y mi pena es menor que cuando ese llamado telefonico me revelo que el espiritu de mi padre se habia liberado de aquel tormentoso, adolorido, cuerpo. Ese espiritu sigue vivo y presente en mi vida.
