Como es sabido, el gobierno peruano ha detectado y puesto a disposicion de la justicia peruana a un ciudadano peruano que ha estado espiando a su propio pais en beneficio de Chile. Han habido muchas versiones, declaraciones, opiniones y comunicados referente al tema, tanto en Peru como en la Republica de Chile.
Sin embargo, puedo decirles con propiedad que he conseguido la verdadera historia de este controversial personaje y su record de informaciones entregadas a los chilenos. VĂctor Ariza Mendoza, el suboficial de la Fuerza Aerea peruana, estuvo trabajando en la embajada de su pais en Chile. Fue en esos anos en que Ariza se encanto con las bondades de la sociedad santiaguina y chilena en general. Descubrio que las nanas ganaban muchisimo dinero, que el aseo era muy bien remunerado y que la construccion era un area economica estrategica que recompensaba a sus trabajadores en forma nunca vista en su pais de origen. Muchas cosas mas lo asombraron sobremanera. Las ciudades como centros de desarrollo socio cultural, limpias, ordenadas, con gente respetuosa al manejar. Con presidentes que duraban en sus cargos el periodo establecido en la Constitucion. Con ciudadanos que votaban informadamente en las fechas establecidas. En fin, el tipo quedo obnuvilado, perplejo, patidifuso, ante las terribles diferencias que veia en Chile con respecto a Peru.
Un dia, caminando por la Plaza de Armas de Santiago, se empezo a confundir, a enredar mentalmente. Se empezo a sentir como en casa. Las polladas estaban en todas partes. Los cholitos se le aparecian a cada paso que daba por el entorno de Santiago centro. Tomaba Inka Cola, veia a la Laura en su talk-show televisivo, conclusion, Chile se le hizo como demasiado familia. Tanto asi que un dia, no llego a la embajada, sino al dificio de las Fuerzas Armadas de Chile. Entro en la que creyo era su oficina, se sento en el que creyo que era su escritorio y se acerco a quien creyo que era su jefe. Este, confundido con la presencia del suboficial peruano en sus oficinas, y la confusion que este hombre presentaba, decidio tomar ventaja y le empezo a solicitar que recabara informacion. Empezo con cuantos cholos habian en la plaza de armas. Siguio con las conversaciones que se escuchaban en las polladas. En conclusion, mucha informacion importantisima. Es asi que el Coronel decidio aprovechar la contingencia y lo devolvio a Peru para que siguiera acopiando mas informacion.
Ariza penso, al llegar a Peru, que las cosas estaban igual que cuando salio. Alan Garcia era presidente. Algo sonaba raro. Su percepcion de la realidad se termino por destrozar. Tenia la extrana idea de que, como en un Deja vu, esto ya lo habia vivido y presentia que el presidente se robaria la plata del pais, lo dejaria en la ruina y arrancaria de la justicia antes del termino de su mandato, por lo que empezo a enviar la informacion requerida por el Coronel en Santiago con el claro objetivo de evitar la masacre de su querido pais.
Seguiremos entregando mas antecedentes en futuros despachos.
Esten sintonizados
Sin embargo, puedo decirles con propiedad que he conseguido la verdadera historia de este controversial personaje y su record de informaciones entregadas a los chilenos. VĂctor Ariza Mendoza, el suboficial de la Fuerza Aerea peruana, estuvo trabajando en la embajada de su pais en Chile. Fue en esos anos en que Ariza se encanto con las bondades de la sociedad santiaguina y chilena en general. Descubrio que las nanas ganaban muchisimo dinero, que el aseo era muy bien remunerado y que la construccion era un area economica estrategica que recompensaba a sus trabajadores en forma nunca vista en su pais de origen. Muchas cosas mas lo asombraron sobremanera. Las ciudades como centros de desarrollo socio cultural, limpias, ordenadas, con gente respetuosa al manejar. Con presidentes que duraban en sus cargos el periodo establecido en la Constitucion. Con ciudadanos que votaban informadamente en las fechas establecidas. En fin, el tipo quedo obnuvilado, perplejo, patidifuso, ante las terribles diferencias que veia en Chile con respecto a Peru.
Un dia, caminando por la Plaza de Armas de Santiago, se empezo a confundir, a enredar mentalmente. Se empezo a sentir como en casa. Las polladas estaban en todas partes. Los cholitos se le aparecian a cada paso que daba por el entorno de Santiago centro. Tomaba Inka Cola, veia a la Laura en su talk-show televisivo, conclusion, Chile se le hizo como demasiado familia. Tanto asi que un dia, no llego a la embajada, sino al dificio de las Fuerzas Armadas de Chile. Entro en la que creyo era su oficina, se sento en el que creyo que era su escritorio y se acerco a quien creyo que era su jefe. Este, confundido con la presencia del suboficial peruano en sus oficinas, y la confusion que este hombre presentaba, decidio tomar ventaja y le empezo a solicitar que recabara informacion. Empezo con cuantos cholos habian en la plaza de armas. Siguio con las conversaciones que se escuchaban en las polladas. En conclusion, mucha informacion importantisima. Es asi que el Coronel decidio aprovechar la contingencia y lo devolvio a Peru para que siguiera acopiando mas informacion.
Ariza penso, al llegar a Peru, que las cosas estaban igual que cuando salio. Alan Garcia era presidente. Algo sonaba raro. Su percepcion de la realidad se termino por destrozar. Tenia la extrana idea de que, como en un Deja vu, esto ya lo habia vivido y presentia que el presidente se robaria la plata del pais, lo dejaria en la ruina y arrancaria de la justicia antes del termino de su mandato, por lo que empezo a enviar la informacion requerida por el Coronel en Santiago con el claro objetivo de evitar la masacre de su querido pais.
Seguiremos entregando mas antecedentes en futuros despachos.
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